En el ámbito de la decoración, existe una regla no escrita que estipula que todo aquello que es espectacularmente bonito no es práctico. De ahí a que, a la hora de amueblar una casa, solamos recrear algunas disposiciones ya vistas que nos agradan (como, por ejemplo, estas 60 ideas sobre cómo decorar un salón o estas 50 para adornar un piso pequeño con estilo y encanto) con el objetivo de sacar la máxima funcionalidad de los diferentes objetos y muebles elegidos sin prescindir de una cierta armonía. Aunque, en ocasiones, esta resulte tras pintar un mueble de un color más alegre o tras cubrir las paredes con diferentes cuadros y láminas.
¿Resultado? Unas estancias donde el concepto barroco ha lugar. Si te gusta ese estilo, perfecto, pero para quienes abogamos por un estilo más minimalista -y, de paso, más fácil de limpiar- encontrar el balance perfecto entre algo operativo y algo bonito puede resultar ser un verdadero quebradero de cabeza. Al menos, si partimos de la premisa inicial.
Aunque, ya te lo adelantamos, no es algo imposible; nuestros últimos hallazgos han roto esa norma consuetudinaria. Sí, como lees, hay muebles que son muy útiles y que, además, son muy versátiles. Y, de hecho, estos se han impuesto como una de las vanguardias en decoración más aplaudidas.
